domingo, 2 de enero de 2011

EL CASO DE LOS GENES ALIENÍGENAS DE ADÁN
Sensacional descubrimiento sobre el genoma humano.
ZECHARIA SITCHIN
ZECHARIA SITCHIN
EUA
www.sitchin.com


¿A imagen de quién fue Adán – el prototipo de humano moderno, homo sapiens – creado?

La Biblia afirma que los Elohim dijeron: “Hagamos al hombre a imagen y semejanza nuestra”. Pero si uno debe aceptar una explicación tentativa para los enigmáticos genes que poseen los seres humanos, ofrecida cuando el descifrado del genoma humano fue anunciado a mediados de febrero (2001), ¡la hazaña fue decidida por un grupo de bacterias!

“Humillante” fue el frecuente adjetivo usado por los equipos científicos y los medios para describir la principal conclusión - que el genoma humano contiene no los previstos 100.000 – 140.000 genes (los tramos de ADN que dirigen la producción de aminoácidos y proteínas) sino sólo unos 30.000, poco más que el doble de los 13.601 genes de la mosca de la fruta y apenas cincuenta por ciento más que los 19.098 de las lombrices intestinales.¡ Qué desmoronamiento desde el pináculo del Árbol de la Vida genético!

Por otra parte, apenas había alguna singularidad de los genes humanos. Estos son comparativos no al supuesto 95 por ciento sino a casi el 99 por ciento de los del chimpancé, y al 70 por ciento de los del ratón. Genes humanos, con las mismas funciones, fueron encontrados idénticos a los genes de otros vertebrados, así como invertebrados, plantas, hongos, e incluso levadura. Las conclusiones no sólo confirmaron que había una fuente de ADN para toda la vida sobre la Tierra, sino también permitió a los científicos rastrear el proceso evolutivo - cómo organismos más complejos se desarrollaron, genéticamente, desde los más simples, adoptando en cada etapa genes de una forma de vida inferior para crear una forma más compleja – culminando con el Homo sapiens.

El descubrimiento “devana – sesos”

Fue aquí, rastreando el registro evolutivo vertical contenido en el ser humano y los otros genomas analizados, que los científicos cayeron en un enigma. El descubrimiento “devana – sesos”, como Science lo calificó, fue que el genoma humano contiene 223 genes que no tienen los requeridos predecesores en el árbol evolutivo genético.

¿Cómo obtuvo el Hombre tal grupo de enigmáticos genes?

En el proceso evolutivo desde las bacteria a los invertebrados (tales como linajes de levaduras, gusanos, moscas o hierbajo de mostaza – los cuales han sido descifrados), a vertebrados (ratones, chimpancés) y finalmente a los humanos modernos, estos 223 genes faltan por completo en la fase de los invertebrados. Por consiguiente, los científicos pueden explicar su presencia en el genoma humano por un “bastante reciente” (en escala de tiempo evolutivo) “probable traspaso horizontal desde la bacteria”.

En otras palabras: En un tiempo relativamente reciente según la Evolución, los humanos modernos adquirieron una extra de 223 genes no a través de evolución gradual, no verticalmente por el Árbol de la Vida, sino horizontalmente, como una inserción lateral de material genético desde las bacterias...

Una inmensa diferencia

Ahora, a primera vista parecería que 223 genes no es nada del otro mundo. De hecho, en tanto que cada gen por sí solo hace una gran diferencia en todo individuo, 223 genes hacen una inmensa diferencia para una especie tal como la nuestra.

El genoma humano está hecho de algo más de aproximadamente tres mil millones de nucleótidos (las “letras” A-C-G-T las cuales significan las iniciales de los cuatro ácidos nucleicos que escriben toda la vida sobre la Tierra); de esos, sólo poco más del uno por ciento están agrupados en genes funcionales (cada gen consiste de miles de “letras”). La diferencia entre un individuo y otro asciende a más o menos una “letra” en mil en el “alfabeto” del ADN. La diferencia entre el Hombre y el chimpancé es menos que uno por ciento en lo que a los genes respecta; y el uno por ciento de 30.000 genes es 300.

Así, ¡223 genes es más que dos tercios de la diferencia entre usted, yo y un chimpancé!

Un análisis de las funciones de estos genes a través de las proteínas que manejan, llevado a cabo por el equipo del Public Consortium y publicado en la revista Nature, muestra que ellos incluyen no solamente proteínas involucradas en importantes funciones fisiológicas sino también psiquiátricas. Por otra parte, ellos son responsables de importantes enzimas neurológicas que provienen solamente de la parte mitocondrial del ADN – el así llamado ADN “Eva” que el género humano heredó únicamente a través de la línea materna, todo el camino de regreso a una sola “Eva”. Ese descubrimiento sólo aumenta la duda con respecto a esa explicación de la “inserción bacteriana”.

Una teoría poco firme

¿Cómo están seguros los científicos de que tales importantes y complejos genes, una ventaja humana tan inmensa, fueron obtenidos por nosotros – “bastante recientemente” – por cortesía de una contagiosa bacteria?

“Éste es un salto que no sigue teorías evolutivas actuales “, dijo Steven Scherer, director de mapeo del Human Genome Sequencing Center, Baylor College of Medicine.

“No identificamos una fuente bacteriana rotundamente preferida para los genes que se suponen horizontalmente transferidos “, indica el informe en Nature. El equipo del Public Consortium, llevando a cabo una minuciosa búsqueda, encontró que unos 113 genes (de los 223) “están generalizados entre las bacterias” – aunque ellos están enteramente ausentes incluso en invertebrados. Un análisis de las proteínas con las cuales se expresan los enigmáticos genes demostró que fuera de 35 identificados, sólo diez tenían contraparte en los vertebrados (extendiéndose de vacas a roedores a peces); 25 de los 35 eran únicos a los humanos.

“No está claro si la transferencia fue desde la bacteria al ser humano o desde el humano a la bacteria”, citó Science lo dicho por Robert Waterson, co-director del Washington Universitys’s Genome Sequencing Center.

Pero si el Hombre le dio esos genes a las bacterias, ¿dónde adquirió el Hombre aquellos genes para comenzar?

El rol de los Anunnaki

Los lectores de mis libros deben sonreír ahora, porque conocen la respuesta.

Ellos saben que los versículos bíblicos relacionados con la creación de Adán son la versión condensada de muchos textos sumerios y acadios mucho más detallados, encontrados inscritos en tablillas de arcilla, en los cuales el rol de los Elohim en el Génesis es desempeñado por los Anunnaki – “Aquellos Quienes del Cielo a la Tierra Vinieron”.

Como detallé en mis libros, comenzando con El 12vo. Planeta (1976) y aun más en Génesis Revisitado y El Código Cósmico, los Anunnaki vinieron a la Tierra hace unos 450.000 años desde el planeta Nibiru – un miembro de nuestro propio Sistema Solar cuya gran órbita lo trae a nuestra parte de los cielos una vez cada 3.600 años.

Ellos vinieron aquí por la necesidad de oro, con el cual proteger su menguante atmósfera. Exhaustos y necesitados de ayuda para la extracción del oro, su jefe científico Enki propuso que usaran su conocimiento en genética para crear los Trabajadores Primitivos que precisaban. Cuando los otros líderes de los Anunnaki preguntaron: ¿Cómo puedes crear un nuevo ser? Él respondió: “El ser que necesitamos ya existe; todo lo que tenemos que hacer es poner nuestra marca en él.”

El momento fue hace unos 300.000 años

Lo que él tenía en mente era mejorar genéticamente a los homínidos existentes, quienes ya estaban en la Tierra por la Evolución, añadiéndoles algunos de los genes de los más avanzados Anunnaki. Que los Anunnaki, quienes podían ya viajar por el espacio hace 450.000 años, poseían la ciencia genética (cuyo umbral hemos alcanzado ahora) es claro no sólo por los textos actuales sino también por las numerosas representaciones en las cuales la doble hélice del ADN es interpretada como Serpientes Entrelazadas (un símbolo todavía usado por la medicina):

Cuando los líderes de los Anunnaki aprobaron el proyecto (según lo repetido en el bíblico “Hagamos a Adán”), Enki con la ayuda de Ninharsag, el Jefe Médico Oficial de los Anunnaki, emprendió un proceso de ingeniería genética, añadiendo y combinando genes de los Anunnaki con aquellos de los ya existentes homínidos.

Cuando, después de mucho ensayo y error impresionantemente descrito y registrado en la antigüedad, un " modelo perfecto " fue logrado, Ninharsag lo levantó en alto y gritó: “¡Mis manos lo han hecho!" Un antiguo artista describió la escena sobre un sello cilíndrico:

Y así, digo yo, es cómo nosotros hemos venido a poseer los exclusivos genes extra. Fue a imagen de los Anunnaki, no de las bacterias, que Adán y Eva fueron creados.

Una cuestión de extrema importancia
A no ser que otra investigación científica pueda demostrar, más allá de toda duda, que la única fuente posible de los genes extra es en efecto la bacteria, y a menos que sea entonces también resuelto que la infección (“transferencia horizontal”) fue desde la bacteria al Hombre y no desde el Hombre a la bacteria, la única otra solución disponible será aquella ofrecida por los textos sumerios hace milenios.

Hasta entonces, los enigmáticos 223 genes permanecerán como una alternativa – y como una corroboración por la ciencia moderna de los Anunnaki y de sus hazañas genéticas en la Tierra.

EL AUTOR es periodista, escritor y lingüista experto en hebreo antiguo y otras lenguas semíticas y europeas. Pionero en la investigación de la hipótesis de las paleovisitas extraterrestres y profundo conocedor del Antiguo Testamento y de la historia y arqueología del Cercano Oriente, es el autor de la mundialmente exitosa serie Crónicas de la Tierra, que inició con el best seller El 12vo.Planeta. Su último libro en español es El Libro Perdido de Enki.

© Z. Sitchin 2001 – Reproduced by permission.
Traducido y reproducido con permiso expreso del autor.

AVIONES PRECOLOMBINOS

No hay comentarios.: