sábado, 29 de abril de 2017

LOS MAPAS DE CRISTÓBAL COLON



LOS MAPAS DE CRISTÓBAL COLON – LOS PORTULANOS.

Dr. Carlos Luis Juncal Mir

REESCRIBIENDO LA HISTORIA
¿PORQUE VINO CRISTÓBAL COLON AL NUEVO MUNDO?
ANTES DE LEVAR ANCLAS
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Mis Queridos Hermanos. Les propongo continuar nuestra charla sobre el viaje de Colón al Nuevo Mundo. Como ya habíamos dicho en el capítulo anterior nos ocuparemos, en este encuentro, de las cartas náuticas en que se pudo haber apoyado Colón para realizar la aventura de conquista.
Para muchos historiadores las naciones abiertas al mar eran las que tenían más posibilidades de progreso y conquista. Para esos marinos el océano no era un límite, era un camino hacia el futuro. Según muchos, a pesar de las carencias, era más seguro navegar con los peligros que ello acareaba que recorrer miles de kilómetros en caravanas transitando desconocidas tierras. El transporte de gente y logística era, no solo más económico y voluminoso por mar, sino más seguro.
La navegación costera o de cabotaje fue por lejos la más utilizada en los albores de la marinería y permitió, a los marinos más cultos que sabían interpretar los astros y dirigir un navío, elaborar cartas náuticas de extremada precisión.
Dentro de estos marinos de estirpe se encontraban los templarios, poseedores además de una importantísima flota. En el momento en que los templarios sufren las desventuras de, perder Palestina, ser proscritos por el papa (Clemente V) y además perseguidos por el rey de Francia (Felipe el Hermoso) lo único que les quedó fue su majestuosa flota de barcos y quizás su preciado tesoro.
Esta flota se encuentra sin puertos. Ya no pueden recalar en la gran mayoría de los puertos que los cobijaban. Es a causa de ello que la flota Templaria se divide en tres: la flota sur probablemente se haya quedado en el Mediterráneo, dedicada a la piratería (1); otra parte de la flota recaló en Portugal y muy posiblemente se integrara a la armada de Enrique el Navegante y el resto de la flota se dirigió al norte, se dirigió a Escocia donde muchos de los templarios ubicaron sus reales.
Todas estas flotas poseían mapas muy antiguos, en muchos de los cuales se mostraban islas y continentes más allá del universo conocido por aquel entonces (2). Esta diáspora templaria trajo como consecuencia, entre otras cosas, la llegada a puertos europeos de cartas náuticas de una precisión inexplicable. La aparición de estas cartas náuticas tuvo como consecuencia un marcado aumento en el comercio marítimo y el inicio de la era de los descubrimientos pues mostraban un mundo más allá del conocido, allende los mares.
Estos mapas que comienza a circular son llamados “portulanos”.


La referencia más antigua que se puede obtener de un mapa de calidad utilizada en una embarcación data de 1270, durante la octava Cruzada y fue en la flota del rey Luis de Francia. Aún los Templarios no habían desaparecido (13 de octubre 1307).
Denominamos como mapa “portulano” a aquel que fue inicialmente dibujado para navegación mediterránea y luego, con el correr de los años y las navegaciones, se hizo de navegación transoceánica. El mejor significado de la palabra es, “para alcanza un puerto seguro”. Todos los historiadores coinciden que se iniciaron a principio del siglo XIII y se fueron desarrollando en los siglos XIV, XV y XVI.
Sé que muchos en este momento se preguntaran ¿pero antes de los “portulanos” no había mapas?
Claro que los había. Muchos mapas que se clasifican “fuera de su tiempo” y que pudieron ser, de alguna manera consultados, para la elaboración de los “portulanos” han existido desde muchos años atrás.
Muchos estarán pensando en el mapa de Piri Reis, pero le debo de decir que este mapa es posterior (1513). El mapa al que me refiero es el mapa de al-Juarizmi que data aproximadamente del año 830. En este mapa ya se expresa a América del Sur (3). Por lo tanto podemos decir que al-Juarizmi es el autor del mapa más antiguo que muestra a América del Sur.
Uno de los primeros “portulanos” de que tenemos referencia, es el portulano de Dulcert de 1339. Si se fijan en las fechas aparecen a unos pocos años de la diáspora templaria. Pero el misterio de los “portulanos” no reside en su repentina aparición en la Europa del siglo XIV, sino en su asombrosa precisión. Dulcert en su mapa de 1339, dibujó el mar Mediterráneo y Europa desde Irlanda hasta Rusia, con una precisión de nuestro tiempo. En él las latitudes son perfectamente exactas y el error máximo de las longitudes no llega al semigrado (4).
Tratemos de explicar esto sin mucha cuestión técnica. El mayor inconveniente en la navegación del Medioevo radicaba en la imposibilidad de fijar con exactitud la posición longitudinal – o sea la posición en que se encuentra un punto ya sea al este o al oeste de un lugar determinado. Uds. me pueden decir, y con razón, que para medir la longitud hace falta un buen conocimiento y observación de la esfera celeste. Pero se olvidan de otro punto importante – poder medir el tiempo con absoluta precisión. Este punto en el Medioevo era impracticable pues no había relojes tan precisos. Para que ello se pudiera llevar a la práctica se debería esperar hasta el siglo XVIII en donde los relojes fueron muy precisos.


De aquí el enigma de los “portulanos” los cuales presentan una precisión longitudinal fuera de época. Con esto estamos diciendo que, aunque aparecieron en el Medioevo ningún individuo, cultura o civilización del siglo XIV estaba en condiciones de realizarlos.
Para que lo entiendan gráficamente. El desvío de semigrado supone un error de tan solo 50 kilómetros en una distancia total de este-oeste de más de 5.000 kilómetros. Este error es tan pequeño que muchos mapas de carreteras del siglo XX lo tienen.
Captan Uds. la perfección de estos mapas de siete siglos atrás. En ellos la longitud total que muestran entre el Estrecho de Gibraltar y el mar de Azov se desvía solo medio grado de la realidad.
La mayoría de los “portulanos” que han llegado hasta nuestros días se centran esencialmente en el Mar Mediterráneo y en las costas Europeas en su totalidad, algunos muestran la costa Atlántica.
Otra característica que quiero compartir con Uds. es la “orientación” de los mapas “portulanos”.
La orientación de los mapas portulanos se hace respecto al norte magnético, que es la dirección que indica la aguja imantada de la brújula. Esto significa que el NORTE está en la parte superior del mapa.
Para todos Uds. hoy, en pleno siglo XXI es una obviedad, pero con anterioridad a este tipo de mapas, la interpretación religiosa del mundo forzaba a "orientar" respecto al oriente, es decir, con el ESTE –el Paraíso Terrenal- situado en la zona superior de las cartas. Los cartógrafos árabes, por su parte, ubicaban el SUR en la parte de arriba de sus pergaminos; era mapas "sureados".
Bien mis Queridos Hermanos no los quiero aburrir más con estos temas náuticos que poco o nada les deben interesar. A lo que quería llegar es a la posible intervención templaria en la cartografía de Colón y a la extraordinaria exactitud de los mismos.
Espero sus aportes y si les interesa charlamos de algunos otros mapas en próximos encuentros. Desde mi teclado en Ciudad de la Costa (Uruguay).
Dr. Carlos Luis Juncal Mir
NOTAS DE APOYO:
(1) Estos barcos templarios enarbolaron la bandera Jolly Roger de los reyes normandos de Sicilia.
(2) El escritor e historiador Canadiense Michael Bradley sostiene que los templarios tenían conocimiento de la existencia de tierras al otro lado del Atlántico.
(3) Al-Juarizmi: Poco sabemos de la vida de Mohammed ibn-Musa al-Jwarizmi , tan sólo que vivió aproximadamente entre los años 780 y 850 y que fue miembro de la Casa de la Sabiduría fundada por al-Mamún. Cinco de sus obras han llegado hasta nosotros. Son tratados de aritmética, álgebra, astronomía, geografía y el calendario.
(4) Recordemos que los mapas tienen como líneas de referencia latitud y longitud.

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